La filosofía organizacional
son un conjunto de valores, prácticas y creencias que son la razón de ser de
una organización y representan su compromiso ante la comunidad. Esta filosofía
da sentido y finalidad a todas las acciones de la institución educativa.
El nombre de la Escuela
alude al máximo prócer de la patria el Libertador Capitán General Bernardo
O´Higgins Riquelme", un hombre que representa su ser como hijo, soldado,
estadista y patriota. De él aprendimos la acción de la entrega total al ideal
supremo, exponiendo su vida, su hacienda y su honra al servicio de la patria,
aportando además a la emancipación de Chile y la unidad de América.
Sus rasgos como modelo nacional
son la madura reflexión, la confianza en los hombres, la esperanza, la
justicia, sin temor a dar batalla, con la necesidad de los mejores consejos e
instrucciones. O´Higgins detestaba la aristocracia y pensaba que las pruebas de
nobleza son la virtud, el mérito y el patriotismo. Era un emprendedor,
diplomático, estratega, tenaz para lograr sus fines, prudente, honrado y
generoso; gozaba del orden, la disciplina y del valor, para luchar a favor de
la paz y en contra de la tiranía, para lo cual era necesaria la educación
igualitaria de todos los hombres y mujeres, que tengan la convicción de
vencerse a si mismos. Hombre de fe, humanista y preocupado de la rectitud de
sus conductas y constante en la adversidad.
Bernardo O'Higgins nació el
20 de agosto de 1778, en la ciudad de Chillán. Hijo de Isabel Riquelme Meza y
Ambrosio O'Higgins. Ya a los doce años, cuando su padre ostentaba en Chile el
cargo de gobernador, fue enviado hasta Lima para cursar sus estudios.
En
1795 fue enviado a Europa para perfeccionarse en la Academia Católica de
Richmond, donde conoció importantes personajes, como Francisco de Miranda,
quien le inculcó la necesidad vital de una patria independiente.
De regreso al país, en 1802, se enteró
que su padre había muerto un año antes y que le dejaba algunos de los bienes
que poseía en el territorio: una casa en Santiago y la hacienda de San José de
las Canteras, ubicada a algunos kilómetros de la ciudad de Los Ángeles.
Una
vez que se constituyó la primera junta de gobierno, el 18 de septiembre de
1810, Bernardo O’Higgins fue electo diputado para el próximo Congreso,
representando a la ciudad de Los Ángeles.
En 1813 fue nuevamente
tentado por las fuerzas libertadoras para unirse en la lucha por la
independencia del país. Se incorporó al Ejército y participó en varias acciones
militares, que, finalmente, le valieron, en 1815, el mando del ejército
patriota.
Tras el desastre de
Rancagua, O'Higgins emprendió la retirada hacia el otro lado de los Andes. Allí
prepararía la ofensiva patriota para derrocar a las autoridades realistas que
se habían establecido en el país. Junto al argentino José de San Martín
comenzó a preparar a las tropas chilenas, que más tarde formarían el Ejército
de los Andes o Libertador.
Ya en 1817, el Ejército
Libertador comenzó su marcha y cruzó los Andes, enfrentándose a las tropas
realistas en la batalla de Chacabuco. Fue proclamado el 17 de febrero de 1817
director supremo de la nación, asegurando la emancipación nacional en la batalla de Maipú, el 5
de abril de 1818.
Luego de su polémico
gobierno, que muchas veces fue considerado excesivamente autoritario, y luego
de intentar reformar el reglamento constitucional que él mismo había impulsado
para permanecer por más tiempo en el poder, abdicó, en 1823. Continuó su vida
en el Perú, país hasta donde se trasladó con su madre, su hermana Rosa y su
hijo.
Cuando en 1842 le otorgaron la posibilidad de
retornar al país, comenzó los preparativos de su viaje. Sin embargo, murió
antes de salir, el 24 de octubre de 1842. Sus restos fueron repatriados en 1869
y hoy descansan en el Altar de la Patria, ubicado frente al palacio de La
Moneda.